domingo, 28 de noviembre de 2010

Nochebuena Dulce

Durante estas fiestas siempre recuerdo el cuento de mi abuelo "Nochebuena Dulce". El cuento ganó el Concurso de Cuentos de Navidad de la Estrella de Panamá. Da la casualidad que el segundo premio fue para Stella Sierra por el cuento "Con los pies descalzos". Siendo el cuento uno de mis favoritos dentro de la colección de "Luna en Veraguas", quería compartir las impresiones de Stella Sierra, la primera ganadora del premio en la Sección Poesía del Concurso Nacional de Literatura Ricardo Miró.

Stella Sierra cubrió durante algún tiempo la sección "El Mundo de las Letras" en el diario Mundo Gráfico. Allí fue donde publicó una cronica titulada: "Mario Augusto, cuentista nacional".

Conocí a Mario Augusto a raiz de un Concurso de Cuentos de Navidad que auspicia "La Estrella de Panama" —corría el año 1944 — en el que resultamos vencedores él con su "Nochebuena Dulce" que relataba los incidentes nada azucarados de un muchacho huérfano; yo con el monólogo o casi monólogo de una muchacha que tenía"Los pies descalzos".

El encuentro se verificó en Santiago de Veraguas, capital de su provincia natal, donde transcurrfan las vacaciones del joven escritor y fue muy breve ...

Después vinieron nuevos cuentos de Mario. Acusaban, como los anteriores, una sensibilidad poco común y un modo muy particular de llegar a la esencia, a la entraña misma de lo nacional. Porque Mario Augusto encontró su vena en el campo regional. Un regionalismo que — como lo expresa el crítico Rodrigo Miró — más que en el léxico, en lo exterior, esta en la médula, en la savia que corre por las palabras.

Y triunfó Mario Augusto con otros cuentos: "la Pollera de Flores Moradas" , cuyo motivo es la fiesta momesca, y con una poesía con aromas de Fray Luis destinada a cantar la belleza de una Reina de Provincia.

De nuevo las circunstancias nos situaron cerca. Pero esta vez no se trataba de otro concurso. Coincidíamos como alumnos de la Universidad en un aula donde se explicaba literatura. Allí ratifiqué ese afán de superación que radica en la vida de Mario Augusto y que hace traslucir su obra. Es un descontento. No se reclina en el talento de que se sabe dotado. Aspira a formarse una propia cultura que le permita sortear más certeramente su destino de hombre americano. Desea subir, subir. Por eso con el estudio vino la reflexión, la madurez del escritor. Mario Augusto comenzó a guardar por más tiempo sus papeles, a limarlos, a corregirlos. A exigirse más. Y eso que tropezaba — aún tropieza — con los afanes de su labor periodística que no es muy propicia para la laboriosa meditación.

Ahora llega a mis manos su libro: el primer libro de Mario Augusto. Un manojo de cuentos que se titula "Luna en Veraguas". No necesita el espaldarazo de la crítica pues esta se le ha entregado ya con creces. Confieso que de entre todos — no obstante la maestría de "Chicha Fuerte", de "Sequía", verdaderas xilografias nacionales— "Nochebuena Dulce" , aquel milagroso relato de Sindulce que rodaba de un lado para otro completamente vacío de pasiones y de emociones, me seduce.

Mario Augusto, acicateado por su curiosidad intelectual, partirá para alguna tierra extranjera. No importa que esta sea Buenos Aires, Italia, la misma tierra nortena. De una cosa estamos seguros: desde allá, por sobre la tela de bruma y de la distancia que lo separe de la Patria, nos ha de hacer llegar otro libro — poesía, cuento, novela? — nutrido de un veraz sentimiento panameño puesto que la lejanía no hace más que poner de relieve lo que se añora.

sábado, 14 de agosto de 2010

Rodrigo Miró y la literatura chola

Cualquier comentario estimulador cuando uno empieza es de gran agrado. Uno de los que pienso mi abuelo apreció mucho fue el siguiente de Rodrigo Miró aparecido en Suplemento Literario "Artes, Ciencias y Letras" que aparecia en las ediciones dominicales del diario El Panamá América.

"Dueño de una obra que le asegura destacado
puesto en la historia de nuestra literatura y que
anuncia grandes cosas para el porvenir, Mario Augusto
aparece como una de las mas interesantes figuras de
las letras panameñas de hoy

Ganado para la literatura desde su temprana adolescencia,
Mario Augusto comenzó a publicar poemas
y cuentos en revistas estudiantiles y en los órganos
de nuestra prensa periodística. Pero su nombradía
nacional es reciente, producto de sus repetidos
triunfos como poeta y cuentista en concursos literarios.

"Enfrentados a su obra resulta difícil insinuar
preferencias porque el poeta y el cuentista son necesarios
a la expresión total de su temperamento y
posibilidades de escritor. Prosa calida y personal,
verso atrevido y feliz aunque de ritmo a veces áspero,
Mario Augusto representa en la literatura panameña
actual uno de los signos promisores de la insurgencia
espiritual de nuestro interior.

"Producto parcial de la Normal de Santiago, su
obra de artista es ejemplarmente fiel a nuestra realidad
semi-urbana y campesina pero en términos que
rebasan cualquier mezquino intento de filiación localista
no obstante su indiscutible lealtad para con
la patria chica. Es que en Mario Augusto apunta lo
que yo llamaría nuestra "literatura chola", tomando
el vocablo en un sentido profundo y esencial. Por
que en su obra se aparta inteligentemente de ese
pintoresquismo léxico que para algunos escritores
nuestros parece ser la cuestión modular.

La esencia panameña e interiorana de la obra
de Mario Augusto esta en el tono y la emoción, en
ese reflejar, acaso inconscientemente, el drama y
la angustia de un sector de nuestro pueblo que advierte
de pronto frustrado su destine por. obra y gracia
de un Estado que ha ido desarticulando de modo
lento y seguro la espina dorsal de la nación.

Y todo ello sin deslustrar la voz de su puro
lirismo. mestizo donde la tendencia ensoñadora y la
preocupación amorosa son modos consustanciales del
ser.

sábado, 6 de marzo de 2010

Logros Profesionales

Recojo una de las respuestas relacionada a los logros profesionales de mi abuelo acerca de sus logros profesionales.

¿Cuál es su mayor logro profesional?

No es frecuente que el periodista pueda alcanzar logros individuales. Generalmente, para alcanzar algun éxito se requiere la intervencion de otros periodicos y periodistas y también que otros sectores de la comunidad contribuyan para alcanzar logros importantes y trascendentes. Creo haber contribuído a la realización de campañas exitosas como la apertura del corredor bajo jurisdicción panameña a traves de la Zona del Canal para el tránsito entre la capital y el interior de la República con la eliminaci6n de la doble placa y de la doble licencia de conductor; al rechazo del Convenio Filós-Hines; a la defunción de la jurisdiccióm norteamericana sobre el área del canal interoceánico y a la re-creación de la Escuela de Periodismo en la Universidad de Panamá. Incluso podría envanecerme de haber expuesto ideas y criterios que coincidieron con los que dieron lugar a la creación del diario "La Prensa", como los que publique en mi crónica del martes 10 de Julio de 1979. Mas no recuerdo ningún logro que pueda considerar como propiamente mío.

domingo, 20 de diciembre de 2009

20 Diciembre de 1989

Creo que la invasión de Estados Unidos a Panamá fue el evento que más marcó la producción literaria de mi abuelo en sus últimos años. Mi abuelo escribió ensayos, novelas, cuentos y poesías todos denunciando la invasión.

Adjunto la respuesta a la entrevista hecha por Belkys Cardose a mi abuelo.

¿Que impacto le ha causado la intervención norteamericana y cómo influyó en la elaboración de su novela?

Sentí la invasión de las fuerzas armadas extranjeras como un impacto torturador y ultrajante que penetró profundamente en mi espíritu y en mi carne. Mas angustiosamente doloroso aún fue comprobar que las víctimas inmediatas del ataque militar estadounidense fueron los hombres, mujeres y niños de un barrio humilde como El Chorrillo en donde yo había conocido a honrados
trabajadores y sus familiares cuando, en dos ocasiones, viví y trabajé con ellos. Por eso sentí que también yo había muerto en cierta forma como cualquiera de los chiquillos, de los viejos o de los jóvenes a quienes había visto llorar y reir, sudar y disfrutar con el sano regocijo de quienes poco o nada tienen pero gozan intensamente la satisfacción de vivir. Esas emociones, que se ahondaron e intensificaron mientras recogía informaciones para mi obra anterior — "La Operación Just
Causa en Panamá" — influyeron directamente para generar la necesidad de recoger con todos los recursos a mi alcance — los cuentos de "Los Ultrajados", los poemas
de "Sordo Clamor" y la novela "Negra Pesadilla Roja" — las impresiones que en mi sentido y conciencia de panameño produjo la agresión militar contra mi nación y mi pueblo.

viernes, 16 de octubre de 2009

Nuevos Campesinos

Buscando dentro de las publicaciones de mi abuelo encontré este artículo publicado en El Panamá América el jueves 26 de Febrero de 1970. Me ha llamado la atención por los ideales que tenía mi abuelo acerca de la Reforma Agraria y su convicción por el nuevo campesino. Reproduzco a continuación el artículo.


Declaraciones.

Entrevistado por uno de nuestros más ágiles periodistas, el ingeniero Nilson Espino, Director de la Reforma Agraria, hizo al noticiero de TV-2 interesantes declaraciones en torno a la labor realizada por la comisión a su cargo, especialmente en cuanto a lo que se refiere a la organización y funcionamiento de los Asentamientos Campesinos. Me interesó sustancialmente su exposición en cuanto a la nueva mentalidad, la nueva conciencia que está surgiendo en la gente de la campiña y que abre los brazos y el corazón a la lucha por una vida mejor, con mayor sentido de responsabilidad, pero también con mayor convicción de sus derechos. No se trata sólo de tener tierras propias y cultivarlas, sino de ganar la plena condición ciudadana que tradicionalmente les había sido mistificada por los sistemas polipartidistas tradicionales.

Acción integral. Hizo énfasis, el ingeniero Espino, en que la Reforma Agraria no puede limitarse a una simple distribución de tierras. Tampoco bastan la concesión de créditos y la asistencia técnica. Se requiere sobre todo la acción propia del mismo campesino para organizarse, renovar fuerzas, utilizar capacidades y recursos para ponerlos en acción constructiva para la conquista no sólo de una existencia materialmente mejor, sino también de una nueva personalidad despierta, activa, alerta ante la realidad social, ante la situación del país de que ellos también son parte, para el planteamiento de derechos legítimos y la satisfacción de aspiraciones justas. La verdad reforma agraria es la que orienta, estimula y levanta a un hombre nuevo en la campiña interiorana.

Doctrinas. Cabe señalar que no se trata sólo de un concepto del ingeniero Espino. El propio general Torrijos, gestor y orientador de la revolución, ya lo dijo muchas veces: lo importante es despertar el espíritu dormido del hombre humilde; lo trascendente es arrancar a las grandes mayorías de nuestro pueblo de la resignación y de las tradiciones negativas, de las supersticiones y sometimientos, de la timidez política y espiritual para hacer de él un hombre entero, derecho, libre, verticalmente decidido a conquistar lo que es suyo, no gracias a la limosna del gamonal, sino mediante la utilización adecuada de sus capacidades físicas y mentales.

Revolución. Una revolución constructiva consiste precisamente en eso: en la liberación del hombre. En nuestro caso, cada campesino que se encuentra a sí mismo, que adquiere conciencia plena de su calidad de hombre su condición de ciudadano, es un revolucionario en acción. Ese hombre se encargara de ampliar e intensificar el proceso de reforma agraria que iniciaron tímidamente algunos gobiernos políticos y que está elevando, profundizando y fortaleciendo el proceso revolucionario; será ese campesino revolucionario, ese nuevo hombre conciente de sus valores y capacidades el que ya nunca permitirá que lo esclavicen y encadenen, ni siquiera con las sutiles artimañas en que es tan ducha la caciquearía criolla.



lunes, 10 de agosto de 2009

Recomendación a Futuros Escritores

Para esa pregunta hay una respuesta clásica en la que creo coinciden tanto los escritores profesionales como los aficionados: leer, escribir, revisar y corregir

Naturalmente, la base es la aptitud del interesado en escribir. Si realmente existen la vocación
o la capacidad natural para crear literatura, la persona escribe por impulso espontáneo e indominable. A menos que se trate de facultades geniales, los primeros intentos estarán saturados de limitaciones, de errores, de inutilidades. Para corregir esas debilidades iniciales es necesario continuar escribiendo y revisar severamente, exigentemente lo que se escribe. Es decir, buscar defectos, autocriticarse con rigor. Para esa labor es necesario leer mucho y leer obras de la mejor calidad posible, incluyendo desde obras clásicas hasta autores modernos.
La lectura no solo proporciona ejemplos de forma y de fondo sino que paralelamente enriquece el vocabulario. Mientras más extenso y rico es el vocabulario del que escribe — tanto profesionalmente como en condici6n de aficionado — más eficiente será su capacidad para expresar ideas en forma interesante y atractiva para el lector. La lectura sirve, además,
como estímulo para el desarrollo de la imaginación y para ampliar el campo de los conocimientos.

-- Panamá 16 de Octubre 2002.

sábado, 18 de julio de 2009

Mensaje a los lectores

¿Qué mensaje quiere transmitir a sus lectores?

Creo que el ser humano nace con el derecho a tener todas las oportunidades que esten al alcance de sus capacidades físicas y mentales y de sus esfuerzos creadores y productores. Es
decir, el derecho a una vida sana, completa, satisfactoria, sin angustias y sin excesos. Creo, así mismo, que el ejercicio de esos derechos conlleva el ineludible compromiso de estudiar, de trabajar, de ganar honestamente lo que, como ser humano, necesite o anhele.

Como soy primordialmente maestro de escuela, trato de abrir los ojos, los sentimientos, las emociones y la conciencia de mis lectores acerca de lo que ellos son, de las capacidades, recursos y oportunidades con que pueden contar y de los deberes que les corresponden para con ellos mismos, para con la familia y con la comunidad de que forman parte. Dentro de ese concepto didáctico, procuro demostrarles, directa o indirectamente, que el primer poder que nuestro Creador compartió con nosotros fue el verbo. Es decir, que en el lenguaje hablado o escrito tenemos los seres humanos uno de los poderes mas valiosos para conocernos a nosotros mismos, para hacer conocer lo que integralmente somos y para conocer y comprender a nuestros projimos y al ambiente natural, humano y cultural con el que nos relacionamos. Desearía trasmitir el mensaje de que el hombre no es solo el mismo sino también parte de la humanidad.

-- Entrevista concedida a Aura María Herrera, 1994.