¿A cuántos Jefes de Gobierno de Panamá ha conocido personalmente? ¿Cuál de esos Jefes de Gobierno es el que tiene mejor capacidad para descubrir y solventar problemas?
Al primer ciudadano panameño que llegó a ser Presidente de la República y a quien conocí personalmente fue a Domingo Díaz Arosemena. Mi papá, que pertenecía al partido político Liberal Doctrinario que "Dominguito" dirigía, me llevó a conocerlo en su lujosa residencia de la Vía España. Cuando finalmente "Dominguito" logró, muchos años después, ganar la elecciones presidenciales, yo era Redactor del diario "La Hora". Ya era tan viejo que murió pocos meses después de asumir la jefatura del Estado.
Al Doctor Juan Demóstenes Arosemena lo conocí cuando el inauguró y visitó varias veces la Escuela Normal que luego llevó su nombre y en donde obtuve mi grado de Maestro de Enseñanza Primaria. Cuando en mi calidad de Director de la Revista Urracá, órgano estudiantil de la Normal, fui a la capital para buscar anuncios para aquella revista, el Presidente Arosemena me invitó a la Presidencia y me dio recomendaciones para facilitar mi labor. El asistió a la ceremonia de nuestra graduación, que fue la primera del colegio que él fundara y que consideraba su más importante obra de gobierno. Me felicitó por mi "discurso de graduación" y me prometió que al año siguiente me otorgaría una beca para hacer estudios universitarios en Chile. Lamentablemente, murió pocos meses después, antes de que pudiera cumplir su ofrecimiento. A mi juicio, evidentemente subjetivo por las razones anotadas, fue un gran estadista que hubiera podido impulsar vigorosamente el desarrollo y el progreso integral de la República.
A Marco Aurelio Robles lo conocí personalmente cuando trabajé como Profesor de Español en el Primer Ciclo Secundario de Penonomé. El era Diputado a la Asamblea Nacional y visitaba Penonomé con frecuencia porque estaba de novio con la maestra Petita Saa, que era una de mis buenas amigas en esa cuidad. Cuando él ganó la elección presidencial, yo era redactor y editorialista del diario El Panamá América. Una noticia que basé en sus declaraciones iniciales y una entrevista que le hice, me valieron dos premios en el concurso anual del Sindicato de Periodistas. Cuando él asumió la Presidencia, me nombró Director de Información y durante los cuatro años de su mandato tuve a mi cargo la redacción de la mayoría de sus discursos y mensajes, así como los informes Anuales a la Asamblea y, por supuesto, todas las informaciones procedentes del Organo Ejecutivo.
No me refiero a mi relación personal con el General Omar Torrijos Herrera porque tú la conoces ampliamente por el tomo de mis memorias que a él se refiere.
Al Doctor Aristides Royo Sánchez lo conocí en París. Fui a visitar a mi grande y buen amigo Jorge Tulio Royo que era Consul en esa ciudad y me presentó a su sobrino Aristides, que estudiaba en Madrid y pasaba vacaciones en Francia. Lo volví a ver cuando fue designado Ministro de Educación.
Cuando Royo renunció, lo sucedió el Vicepresidente Lic. Ricardo de la Espriella con quien yo había colaborado en servicios informativos cuando él era Gerente del Banco Nacional. Sin ocupar cargo alguno, seguí colaborando con el incluso en la redacción de discursos y mensajes.
A De la Espriella lo reemplazó el Doctor Jorge Illueca, que era mi amigo desde la época del Primer Congreso De la Juventud y del Partido Frente Patriótico. Cuando él fue Director del diario El Panamá América, yo era Redactor y Editorialista en ese periódico. Durante su gestión presidencial, que fue muy corta, me ofreció la Dirección de Información, que no acepté.
El doctor Nicolás Ardito Barleta había sido varias veces Ministro de Estado en diferentes carteras cuando fue elegido Presidente de la República. Mi labor periodística me había ganado su simpatía y reconocimiento. Por ello, me ofreció un cargo en su gobierno. No acepté pero si colaboré con él con frecuencia. A su regreso de Estados Unidos, en donde asitió a una Asamblea General de las Naciones Unidas en donde inició planes para separar al General Manuel Antonio Norigea de la Comandancia de la Guardia Nacional, fue detenido en el Aeropuerto de Tocumen y conducido al Cuartel Central. Allí se le obligó a renunciar.
Lo reemplazó el Lic. Eric Arturo Delvalle, que también era mi amigo, aunque no tan cercano como los anteriormente mencionados. Con frecuencia solicitaba mi colaboración para los servicios informativos de la Presidencia. También él trató de destruir al Comandante Noriega, por lo que fue derrocado y se vió obligado a salir del país.
Lo reemplazó otro amigo del Frente Patriótico: el Lic. Manuel Solís Palma, con quien había compartido la celda carcelaria bajo el gobierno del Doctor Arnulfo Arias Madrid. No sólo éramos amigos personales de muchos años sino que, además, habíamos luchado juntos en numerosas jornadas cívicas. Sin embargo, no colaboré durante su corta gestión.
De todos estos amigos que fueron Jefes de Gobierno, creo que el mejor preparado y de mayor capacidad de estadista era el Doctor Juan Demóstenes Arosemena. El inició un proceso de reforma integral de la organización y funcionameineto del gobierno que lamentablemente interrumpió la muerte. Si embargo, algunos de sus proyectos y planes más trascendentes como la planificación económica, la descentralización administrativa y la reforma educativa, fueron impulsadas decenios más tarde por otros madatarios, especialmetne por Ernesto De la Guardia y el propio Omar Torrijos Herrera.
El doctor Nicolás Ardito Barleta había sido varias veces Ministro de Estado en diferentes carteras cuando fue elegido Presidente de la República. Mi labor periodística me había ganado su simpatía y reconocimiento. Por ello, me ofreció un cargo en su gobierno. No acepté pero si colaboré con él con frecuencia. A su regreso de Estados Unidos, en donde asitió a una Asamblea General de las Naciones Unidas en donde inició planes para separar al General Manuel Antonio Norigea de la Comandancia de la Guardia Nacional, fue detenido en el Aeropuerto de Tocumen y conducido al Cuartel Central. Allí se le obligó a renunciar.
Lo reemplazó el Lic. Eric Arturo Delvalle, que también era mi amigo, aunque no tan cercano como los anteriormente mencionados. Con frecuencia solicitaba mi colaboración para los servicios informativos de la Presidencia. También él trató de destruir al Comandante Noriega, por lo que fue derrocado y se vió obligado a salir del país.
Lo reemplazó otro amigo del Frente Patriótico: el Lic. Manuel Solís Palma, con quien había compartido la celda carcelaria bajo el gobierno del Doctor Arnulfo Arias Madrid. No sólo éramos amigos personales de muchos años sino que, además, habíamos luchado juntos en numerosas jornadas cívicas. Sin embargo, no colaboré durante su corta gestión.
De todos estos amigos que fueron Jefes de Gobierno, creo que el mejor preparado y de mayor capacidad de estadista era el Doctor Juan Demóstenes Arosemena. El inició un proceso de reforma integral de la organización y funcionameineto del gobierno que lamentablemente interrumpió la muerte. Si embargo, algunos de sus proyectos y planes más trascendentes como la planificación económica, la descentralización administrativa y la reforma educativa, fueron impulsadas decenios más tarde por otros madatarios, especialmetne por Ernesto De la Guardia y el propio Omar Torrijos Herrera.
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